Recreando
la solidaridad
El miércoles 7
de junio de 2017 en el edificio Multiusos de Llíria tuvo lugar la charla sobre
cómo afrontar los desafíos del XXI desde la perspectiva de la solidaridad como
eje central. El encargado fue el profesor, filósofo y teólogo Joaquín García
Roca. El acto fue presentado y moderado por Josep Mª Jordán.
En uno de sus
últimos escritos Recreando la solidaridad
Joaquín García Roca nos advierte de la necesidad y la utilidad de reactualizar
y poner en práctica la Solidaridad como principio vital de existencia. A través
de diferentes experiencias personales fue ilustrando con ejemplos la
importancia que para él ha tenido siempre dicho principio mediante: Un
horizonte de esperanza: Cómo una energía, una potencia vital: y sobre todo como
resistencia ante todo. Cómo metáfora vital y vivencial acumuladora de
experiencias, donde el hacer y el ser se interpelan constantemente.
Los propios
estadios personales recorridos por García Roca sirvieron para realizar una
visión general de cómo ha ido cambiando la relación entre sociedad y solidaridad.
En sus primeros años de juventud, asume su ceguera
ante los problemas más cercanos –sus experiencias en el pueblo Rubielos de
Mora- . A sus treinta años, época de madurez, asume su papel activo.
Coincidiendo con los años dorados del Estado del Bienestar (solidaridad
inclusiva) y su compromiso en el barrio de La Coma. Finalizando con los retos
que nos propone vivir actualmente en un mundo global, interconectado.
Bajo esta
perspectiva nos obliga a replantearnos un nueva forma de entender otro concepto
clave como es el de Ciudadanía. Ante
la ciudadanía clásica (basada en la experiencia nacional: trabajo: educación:
salud: etc.), ahora la nueva ciudadanía debe ser creada conociendo e integrando
otros matices como: Vecindad global: ciudadanía mundial: y fraternidad. Estos
conceptos no son estancos, sino que se interrelacionan mutuamente. Mediante
préstamos mutuos se van perfilando y concretando. Actuando, la mayoría de las
veces, como contrapeso mutuo y fiscalizando la puesta en práctica del otro.
Advirtiendo como
principales peligros la desigualdad como impedimento para fomentar la
ciudadanía mundial y la mal entendida diversidad a la hora de cohesionar la
vecindad global. Siendo la diversidad cultural ya no el problema, sino, la
solución. Sin dejar de lado la formación de una vecindad con raíces profundas y
seguras.
La Mesa de participantes.
La Sala y el l público.
Con las autoridades municipales.